Cuánta vulgaridad. Cuánto tema de tránsito. Pensar que solo somos pensamientos incoherente y llenos de disarmonía.
Esto es lo que quedará para mis hijos, y los hijos de sus hijos, in eternum.
Lo demás se me presenta como “pobre.. pobre… pobre” ante tanta magnitud y excelencia.
Ojalá lo puedan disfrutar.